¿Para qué contratar un coach ejecutivo?
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Las razones de las empresas han variado desde los inicios de esta disciplina hace diez años. Sepa qué piensan hoy en día las empresas.
Sin duda que el coaching ejecutivo ha evolucionado desde su aparición como disciplina hace una década y junto con ello sus protagonistas: los coach.
Mientras que en un comienzo estas personas eran contratadas para ayudar a los profesionales a cambiar algunos comportamientos que dificultaban la consecución de sus objetivos, hoy las empresas los contratan con el afán de ayudar al desarrollo de personas con alto potencial.
Así lo demuestran los resultados de un estudio realizado por Harvard Business School y que contó con la participación de 140 coach muy reconocidos en Estados Unidos.
La primera razón para contratarlos, indican 48% de los encuestados, tiene relación con ayudar a los profesionales de gran potencial en momentos de transición, tal como sucedió -y aún sucede- con la reciente crisis económica mundial.
En segundo lugar, está la necesidad de actuar como amplificadores de comportamientos deseados, esto es, potenciar aquellos elementos que sean más útiles para los objetivos de la empresa, aseguran 26% de los coach estadounidenses.
El apuro por corregir comportamientos no adecuados sólo fue destacado por 12% de los coach, quedando relegada a la tercera opción de contratación.
Para Elena Méndez, directora y fundadora de la red "enEvolucion", dirigida a la creación de nuevos espacios de colaboración profesional, esta evolución fue la correcta porque "parece que la primera aproximación de las empresas a los servicios de coaching era sobre todo con idea de abordar un problema, mientras que hoy, todo tiene que ver más con amplificar lo positivo y trabajar con los mejores".
Entre la vida privada y laboral
Otro de los temas que quedaron en evidencia gracias al estudio de Harvard tiene que ver con la relación que existe entre los problemas ocasionados dentro del ámbito familiar, la salud y el dinero y cómo éstos pueden afectar en el trabajo.
Y es que, aunque los coaches en las empresas no son contratados para abordar problemas personales, la gran mayoría de los procesos terminan por abordarse.
De esta relación, aseguran los expertos, nacen otras variantes del coaching ejecutivo, como el denominado "Life Coaching", encargado de orientar e impulsar a las personas a superar los obstáculos que no le permiten alcanzar sus metas.
En resumidas cuentas, el Life Coaching busca cerrar la brecha entre nuestros sueños y la realidad de nuestra existencia.
¿Quién decide?
La persona que toma la decisión final de contratar o no los servicios de un coach dentro de la empresa también ha cambiado. Antes, esto sólo le correspondía a cargos directivos y gerenciales; sin embargo, quienes proponen hoy este proceso son:
En primer lugar, el Departamento de Recursos Humanos (29.5%); en segundo lugar, el propio interesado (28.85) y por último el Manager (23%).
Para Elena Méndez, estos números demuestran el interés de todos los escalafones de la empresa por integrar un proceso que "realmente funciona".
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